Las investigaciones nos han mostrado que este vínculo es muy importante para el desarrollo del niño o niña ya que:
- Es una necesidad biológica tan importante como comer o respirar. Tal como la leche es esencial para que tu bebe pueda crecer, el apego es esencial para que su cerebro pueda desarrollarse en todo su potencial.
- A pesar de que los vínculos de apego se siguen construyendo y consolidando a lo largo de toda nuestra vida, los primeros años son un período especialmente importante para su desarrollo.
- Estos vínculos iniciales serán una guía para las relaciones que el niño o niña establezca en el futuro y tendrán importantes implicancias en los sentimientos de seguridad, autoestima y capacidad para enfrentarse al mundo que desarrolle tu hijo(a).
- Un vínculo de apego seguro (sano o saludable) le entrega a tu hijo un “paragua protector”, que la puede ayudar a enfrentar y superar de mejor manera los desafíos que se le presenten a lo largo de toda su vida.
Algunas confusiones
El apego no es un momento específico, sino un proceso que se va construyendo día a día.
- La manera en que los adultos que cuidan, puedan acoger, contener y calmar es lo que determina la calidad del apego (“seguro” o “inseguro”).
- El apego no es lo mismo que el primer contacto piel a piel, la lactancia, el juego o la estimulación. Todos estos son momentos muy importantes y valiosos para la crianza y el vínculo, pero ninguno de ellos por sí solo garantiza un apego seguro.
¿Cómo ayudo a mi hijo o hija a desarrollar un apego seguro?
A través de todos los momentos en que le vas entregando a tu hijo(a) una contención estable, predecible y efectiva para su malestar, lo vas ayudando a construir una base segura desde la cual puede conocer con confianza el mundo, con la tranquilidad y seguridad en que tú estarás disponible para ayudarlo y acompañarlo cuando lo necesite.
Como esta relación se construye día a día son importantes todos los momentos en que puedes demostrarle a tu hijo/a que puede contar contigo cuando lo necesita.
Para desarrollar un apego seguro se necesita una relación estable con una figura que entregue protección y seguridad en momentos de estrés o malestar. Esto significa que los cambios frecuentes de cuidador pueden ser perjudiciales para un niño/a, particularmente en sus primeros años de vida.