¿Comportamiento muy activo?

Si observamos a nuestros hijos e hijas en su comportamiento y percibimos que este es demasiado activo, se agitan mucho cuando están pasando por un periodo de estrés o malestar, se muestran más activos a ciertas horas del día, ¿qué puedo hacer?

1.- Demuéstrele mucho cariño para que se sienta seguro(a) y protegido(a). 
Demuéstrele a menudo su afecto con caricias y abrazos. Pase la mano por sus hombros cuando pasa junto a usted. Siéntele un minuto en su regazo si él o ella se acercan mientras usted habla por teléfono.

2.- Sea constante y mantenga una rutina diaria.
Seguir un horario para el desayuno, almuerzo, cena, baño, siesta y juego, esto puede ayudar a que los niños y niñas organicen su día y se anticipen, bajando la ansiedad.

 

3.- Planifique muchas actividades físicas 
Ofrézcale un lugar seguro para jugar y muchas ocasiones de salir a correr y gastar su energía sin hacerse daño ni causarlo a los demás. Correr, saltar, trepar, jugar con agua, con una pelota, bailar. El niño o niña puede hacer lo que le guste, siempre que se encuentre en un sitio seguro y alguien lo acompañe.

4.- Cuando usted le hable al niño o niña, asegúrese de que le presta atención. 
Los niños y niñas activos(as) están tan ocupados moviéndose de aquí para allá que a menudo les cuesta atender lo que se les dice. Antes de decirle algo, usted debe captar su atención y, además, repetir lo que le diga. Por ejemplo, si usted ha establecido la regla de que “No se debe correr en la cocina”, no le
sirve de mucho decir “¡Quédate quieta!” desde la otra habitación. Usted debe ir hasta donde está el niño o la niña, agacharse hasta quedar a su misma altura, tomarlo con suavidad y decirle: “Recuerda que no se debe correr en la cocina. Puedes correr en el pasillo, pero no en la cocina”.

¿Y SI NO DA RESULTADO?

Si la conducta de su hija o hijo le parece diferente de la de otros niños o niñas de su edad, pida ayuda.
¿Tiene más dificultades para concentrarse?

¿Tiene dificultad para seguir instrucciones simples y organizarse?

¿Parece como si nunca escuchara?

¿Tiene más dificultad para quedarse tranquila(o)?

¿Se le extravían sus pertenencias? 

¿Es olvidadizo?

¿Está enojada(o) o frustrada(o) con frecuencia?

¿Es imprudente, arriesgada(o) o demasiado exigente?

Si responde a 6 o más preguntas de manera afirmativa, sugerimos solicitar la
opinión de un profesional.