El juego, es una actividad natural de los niños y niñas que les permite aprender a desarrollarse integralmente. ¡Jugar hace bien!
Las neurociencias nos confirman la importancia del juego, ya que mediante éste se generan millones de conexiones neuronales, producidas por la posibilidad de explorar, permitiendo que nuestros pequeños accedan a nuevas experiencias, que al ser significativas se transforman en aprendizajes.
Además el juego favorece que los niños y niñas se desarrollen integralmente, potenciando sus capacidades cognitivas, sociales, emocionales y lingüísticas, viéndose reflejado en situaciones prácticas como la capacidad de resolver problemas cotidianos, a esperar turnos, regular su conducta, a confiar en sí mismos , compartir, entre otros beneficios.
Porque es bueno que nuestros hijos e hijas jueguen
- Porque reconocen y exploran las infinitas alternativas que su cuerpo tiene, y la manera en que éste responde en determinadas situaciones.
- Porque les ayuda a confiar en sí y en sus posibilidades
- Porque el juego es natural del ser humano (nadie nos enseña a jugar), y para que jueguen, sólo debemos facilitarles un espacio seguro haciendo del juego una parte esencial de su actividad cotidiana.
Juego Libre o Dirigido
Existe dos tipos de juegos, por una parte el juego libre es creado solamente por los niños y niñas, sin intervención de un adulto. Y el dirigido es donde el adulto es quien propone o guía el juego, Pero independiente del tipo de juego, lo importante es siempre procurar que tenga ciertas características y diversidad, como:
- Juegos activos
- Juegos tranquilos
- Mirar libros
- Dibujar, pintar y colorear
- Juegos de experimentar y ensuciarse
- Música y ruido
- Juegos al aire libre
